Un nuevo secuestro en el Cesar tiene en alerta a las autoridades de este departamento.
Se trata de la estudiante universitaria, Ana Valentina Vergel Guerrero, de 21 años, natural de Ocaña (Norte de Santander) que fue raptada el pasado domingo por un grupo de hombres fuertemente armados en la vereda Cimarrón, jurisdicción de Río de Oro (sur del Cesar).
De acuerdo al relato de los testigos, la joven se encontraba departiendo con unas amigas cerca de un establecimiento comercial cerca de un local comercial, cuando fue sorprendida por los delincuentes que se movilizaban en dos vehículos y una motocicleta.
Sin darle tiempo a reaccionar, la obligaron a subir a uno de los carros y se la llevaron con rumbo desconocido.
La familia de Ana Valentina ya ha sufrido el flagelo del secuestro en el pasado. Su padre fue plagiado en 2019 y rescatado por el Gaula y la Fuerza Aérea. Su abuelo, secuestrado en 2013, sigue desaparecido en Norte de Santander.
Un equipo especializado de la Policía y el Ejército Nacional realiza operaciones en el área para capturar a los autores de este secuestro y liberar a la joven.
“Un ciudadano informó al cuadrante vial número nueve de la Policía de Tránsito y Transporte sobre un posible hecho delictivo. Al llegar al lugar, se presentó un intercambio de disparos con los delincuentes, quienes dejaron abandonado uno de los vehículos con las tres amigas que acompañaban a la joven secuestrada. Ellas no sufrieron daños en su integridad física. Realizamos operativos coordinados para lograr la pronta liberación de la joven secuestrada”, destacó el coronel Eduardo Chamorro Pinzón, comandante de Policía del Cesar.
La zona donde se registró el plagio está bordeada por la subregión del Catatumbo (Norte de Santander), donde según las autoridades operan estructuras del Clan del Golfo, disidencias de las Farc, miembros del Eln y delincuencia común.
Este es el primer secuestro que se registra este año en el Cesar. Una situación compleja que conmociona a los cesarenses, ya que el año pasado se registraron 10 secuestros. Dos de ellos, Yesenia Tarazona y Sanín Mena, un prestigioso abogado y ganadero de Ocaña (Norte de Santander), de 87 años, al parecer, la víctima de más edad que sufre el flagelo del secuestro.
Lo que más angustia a su familia es el estado de su salud. Padece de malestares asociados a su vejez, además, sufre de enfermedades crónicas como la diabetes, que requiere tratamiento especializado de insulina. Piden a los captores que les envíen pruebas de supervivencia.
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